Seguir una dieta equilibrada, rica en antioxidantes y vitamina A (retinol), evitar el tabaco y el alcohol y realizar ejercicio puede ayudar a evitar patologías de la retina o a retrasar su aparición y mejorar su pronóstico.
Llevar una vida sana ayuda a prevenir enfermedades generales, como la diabetes, la hipertensión o las cardiopatías, patologías que, en todos los casos, «acaban afectando a la retina«, según los expertos.